DPTO. COMUNICACIÓN BASKET NAVARRA

El base Iñigo Zabalo (Alsasua, 24/4/1996 -20 años-) afrontará su segunda temporada como miembro de pleno derecho de la plantilla de Basket Navarra. El jugador, uno de los máximos exponentes de la cantera navarra, podrá continuar progresando al más alto nivel a las órdenes de Joaquín Prado. Como se recordará, Zabalo (1.85 metros) creció en las filas del equipo de su localidad, el Club Baloncesto Alsasua (CBASK), antes de jugar en San Cernin y FNB Ardoi. Hace dos años, alternó su trabajo en el equipo de Zizur con varias participaciones junto a Basket Navarra. El año pasado, ya como uno más del equipo de LEB Oro, tuvo minutos hasta en 18 partidos.

El escolta Carlos Almendros (Pamplona, 17/1/1991 -25 años-) también estará en el renovado proyecto de Basket Navarra, después de toda una vida vistiendo la camiseta del FNB Ardoi. Almendros (1.89 metros) ha jugado las últimas temporadas en Liga EBA con el equipo de Zizur, cuajando buenas actuaciones. Ahora, tras realizar en varias ocasiones la pretemporada con Basket Navarra, tiene ante sí una gran oportunidad para seguir creciendo y demostrar su potencial en una categoría superior.

El también escolta Iñigo Urdiáin (Pamplona, 11/5/1999 -17 años-) es la gran apuesta de futuro del club. Formado en el CD Mutilbasket, las dos últimas temporadas ha formado parte de los equipos cadete y júnior del Fundación 5+11 del Baskonia. En 2013, además, disputó con la selección navarra el Campeonato de España de categoría infantil. Urdiáin (1.99 metros), una de las grandes promesas del baloncesto navarro, tendrá como principal misión aprender. Por eso también trabajará y jugará con el Valle de Egüés de Liga EBA.

Ellos tres, junto al capitán Iñaki Narros, serán los encargados de plasmar la célebre garra navarra sobre el parqué. Son el futuro del baloncesto de nuestra Comunidad y en las filas de Basket Navarra tendrán la oportunidad de continuar creciendo.


“Ganas”, “ilusión” y también “nervios”

“Ganas” e “ilusión” son las palabras que más repiten los tres jugadores al ser preguntados sobre cómo afrontan la nueva temporada. La experiencia no es nueva para Zabalo, pero sí que lo es para Almendros y Urdiáin. Los dos primeros se lo toman con tranquilidad; el tercero, el ‘novato’, con “nervios”.

“Tengo bastantes ganas de empezar, de luchar por tener más minutos y de disfrutar un año más”, señala Iñigo Zabalo. El base de Altsasu aportará “juventud, un ritmo alto de juego y lo que mande el entrenador”, poniendo en valor el hecho de que exista en el equipo un grupo de jóvenes navarros con ganas de darlo todo por el equipo de la tierra. “La gente de casa siempre te da un plus. Y para la afición también es bonito ver a los chavales jugar a un nivel alto”, apunta.

Carlos Almendros afronta con “ganas” el salto a una categoría superior. “Después de cuatro años en EBA, llego a una categoría nueva con mucha ilusión por ver cómo es la LEB Plata, y también por ver cómo trabaja Basket Navarra. Lo asumo sin miedo pero con respeto”, afirma el escolta. ¿Qué puede aportar al equipo? “Sobre todo trabajo. Intentaré adaptarme a lo que el entrenador necesite en cada momento”, indica Almendros, quien manda un mensaje a la afición: “Que vengan al Universitario a animar. Con su apoyo y nuestro trabajo diario intentaremos llevar al equipo a donde ha estado”.

El más joven del equipo, Iñigo Urdiáin, es el más inquieto. Lógico a su edad. “Hasta ahora he ido jugando cada año en la categoría que me tocaba: infantil, cadete, júnior… Lo máximo que he jugado es un Campeonato de España. Afronto el salto a LEB Plata con ganas e ilusión, pero sobre todo con nervios”, reconoce el escolta de 17 años, quien espera que esos nervios se diluyan cuando empiece a rodar el balón. Urdiáin tiene claro su objetivo: “No he venido a jugar una minutada, está claro, he venido a aprender. Aquí hay gente muy buena que me puede enseñar mucho, puedo mejorar y quiero disfrutarlo al máximo. Aportaré ganas y trabajo”. ¿Un mensaje para la gente? “Que vengan a apoyarnos. Es una temporada nueva, con gente de la casa, y puede ser un año muy bonito.