PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

El primer ascenso a la Liga Endesa en el año 2000 liderados por la pizarra de Andreu Casadevall, su paso por los playoffs en la campaña 2002/03 con un imperial Lou Rou o la Copa del Rey de 2005 en la que llegaron a tutear al campeón Unicaja de Sergio Scariolo y Jorge Garbajosa.

Estos son tan sólo algunos de los recuerdos que figuran en la memoria histórica de un baloncesto alicantino que resurgió de nuevo dos años atrás con el nacimiento del HLA Lucentum. Un nuevo club que tomaba el testigo plagado de buenos propósitos y deseoso de poder recuperar la esencia del baloncesto en la ciudad a través de una entregada junta directiva presidida por Antonio Gallego.

De su mano, la entidad alicantina ha ido recuperando a pasos agigantados su añorado prestigio hasta el punto de llegar a disputar este mismo año la final de la Copa LEB Plata, eso sí, será la lucha por el ascenso a la Liga LEB Oro la que determine si el conjunto entrenado por Miguel Ángel Zapata y capitaneado por Guillermo Rejón da un nuevo paso al frente en unas Ligas FEB que se han convertido en su caso en generadoras de ilusiones.

Así nos lo transmite desde las entrañas del Pabellón Pedro Ferrándiz un técnico convencido de sus posibilidades y que no se esconde a la hora de asumir el papel de candidatos al ascenso dentro de la LEB Plata más igualada de los últimos años

Zapata: “Mi objetivo personal no es otro que el ascenso”

“Mi objetivo personal como entrenador no es otro que el de poder quedar primero y lograr el ascenso y mientras matemáticamente podamos lo vamos a intentar pese a  que somos conscientes de la dificultad que entraña en estos momentos”. Así de seguro y convencido de sus posibilidades se muestra a estas horas el técnico del HLA Lucentum, Miguel Ángel Zapata.

Y es que si algo tiene claro este entrenador de origen nazarí es que la ambición debe ser la máxima de su vestuario de cara a las últimas cinco jornadas de una Liga LEB Plata en la que no habrá lugar para las contemplaciones: “Desde el primer día de competición en el HLA Lucentum hemos saltado a la pista con la motivación que nos generaba el pensar que íbamos a terminar la Liga como primeros ya que, si no sales con esa motivación, es mejor quedarte en casa. Luego la realidad de la competición es mucho más complicada de la que a todos nos gustaría y hace que te encuentres con muchos factores que hacen que el objetivo final sea mucho más difícil de lo que ya es de por sí. En nuestro caso, las lesiones han sido ese factor que han hecho que fuéramos irregulares en algunos momentos de la temporada y que han impedido que hayamos podido llegar a este tramo final mejor clasificados”.

Una irregularidad evidenciada tras la disputa de la final de la Copa LEB Plata y que ha sido el talón de Aquiles del equipo alicantino durante una segunda vuelta en la que, sin embargo, no se han alejado de los puestos de privilegio: “Sin duda el perder una final de Copa pesa en el aspecto anímico pero, en nuestro caso, hizo más daño la derrota siguiente en el partido liguero contra el Xuven. Ese partido nos bajó a la tierra de manera brusca dando un paso atrás a nivel ofensivo para no anotar con la misma fluidez que durante la primera vuelta algo que nos ha pasado factura sobremanera contra los equipos de la zona alta ante los que nos ha costado superar los 60 puntos anotados”.

Pese a ello, el conjunto alicantino afrontará  los últimos cinco partidos dispuestos, como poco, a intentar la que podría ser una remontada para la historia: “Sabemos que es complicado porque tenemos dos triunfos de desventaja con Sammic, que no ha perdido dos partidos seguidos en todo el año, y el basket average perdido tanto con ellos como con Xuven Cambados pero también tenemos claro que hay duelos directos de por medio y que estas cinco jornadas serán aún muy largas. No debemos dejar de pensar en trabajar para ganar cada partido y en poder esperar nuestro momento que, evidentemente, dependerá de los resultados que se vayan dando”.

Y para ello no habrá de otra que el entender cada partido como una final, como aquel en el que se jugarán gran parte de sus posibilidades comenzando ante todo un coco como el Covirán Granada: “Esa es la única mentalidad posible porque esta Liga nos ha enseñado que no podemos pensar a varios partidos vista. Cuando lo hemos hecho no nos ha dado buen resultado enseñándonos que debemos seguir trabajando cada fin de semana para ganar nuestro partido sin mirar el de los rivales. Necesitamos que ellos pierdan pero si nosotros no ganamos lo que ellos hagan no nos servirá de nada”.

Todo un reto complicado pero no imposible y al que los hombres de Zapata llegarán dispuestos a intentarlo: “Ahora mismo el reto pasa por intentar ganar sensaciones partido a partido pensando en que, si no podemos ser campeones, debemos quedar lo más arriba posible para llegar en las mejores condiciones a los que probablemente vayan a ser los playoffs más igualados de los últimos años en la Liga LEB Plata”.

Y es que, si algo tiene claro este técnico nazarí es que el sueño del ascenso ejerce como la principal ilusión del día a día del HLA Lucentum así como de su propia trayectoria deportiva: “Aunque no sea alicantino de nacimiento me siento uno más aquí. Aquel año en el que subimos a la ACB (2012) y en el que el club anterior terminó por desaparecer dejó en mí un gran sentimiento hacia el baloncesto de esta ciudad, me siento muy identificado con el proyecto y por eso me encantaría devolver a Alicante a una LEB Oro en la que seguir trabajando con tiempo para que el equipo pudiera seguir escalando”.