PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Equipado con una cámara GoPro en una de sus manos y con las típicas tijeras que suelen desaparecer de los botiquines del fisio en estas ocasiones, el ala-pívot Sergio de la Fuente cortaba en la tarde del domingo las redes de una de las canastas del Polideportivo Pisuerga como colofón a uno de los años más importantes de su carrera.

Quizá no por la entidad de la categoría -llegó a jugar 12 partidos en ACB- ni tampoco por el reconocimiento continental del premio final -cuenta con 3 medallas europeas- pero sí por los sentimientos adquiridos en un año en el que ha visto recompensado el trabajo de las dos últimas temporadas con la culminación de un ascenso que llevará a su ciudad a poder gozar de nuevo del mejor baloncesto en la Liga LEB Oro. Un sueño que podía parecer una auténtica locura dos veranos atrás y del que él fue uno de los mayores avalistas cuando decidió permanecer en casa con el único objetivo de poder ayudar.

Ayudar a una ciudad, un pabellón y un baloncesto que se lo había dado todo a lo largo de su carrera y al que quiso devolver una pequeña parte de todo ello con su permanencia en la ciudad para ejercer como el abanderado de un proyecto aún en pañales y con mucho trabajo por hacer. De poco le importó las ofertas superiores -tanto en lo deportivo como en lo económico- con las que diversos equipos llamaron a su puerta, la decisión estaba tomada y Sergio se quedaba en casa.

La rodilla, el peor enemigo en el estreno:

No debió resultar sencillo para el CBC Valladolid el tener que adaptarse sobre la marcha a una Liga LEB Plata desde la que recogieron el poso baloncestístico de la ciudad para tantear hasta dónde podían llegar en un primer año en el que la pasión de Sergio de la Fuente ejerció como el mejor compañero de camino.

Un sentimiento que le llevó a liderar al grupo desde el primer día de entrenamientos y que se vio reforzado sobre las diferentes pistas de la competición en las que campó a sus anchar para convertirse en el jugador más valorado de la primera vuelta. Pero, muy a su pesar, la temporada no terminó como a él le hubiera gustado ya que su camino comenzó a torcerse cuando unas molestias en la rodilla le impidieron disputar algunos encuentros en torno al mes de diciembre.

Forzó para jugar en no pocos encuentros y sufrió sobremanera en algunos desplazamientos pero, alcanzado el mes de enero, su camino se truncó teniendo que pasar por un quirófano que le esperaba con el peor de los diagnósticos: “Lesiones en el ligamento cruzado anterior y en el menisco interno y parte del externo, agravadas en algún caso y producidas en otro, especialmente tras sufrir dos traumatismos a lo largo de la temporada en los choques en Zaragoza frente a Simply Olivar el 5 de diciembre –en el que además se produjo un esguince en el ligamento lateral interno de la misma rodilla- y ante el Getafe en Pisuerga el 2 de enero”.

De este modo, Sergio decía adiós a la temporada, a la posibilidad de haber podido certificar el MVP absoluto de la competición y, especialmente, a la posibilidad de seguir ayudando a su equipo en una temporada de esas para aprender.

Y a la segunda… ¡Fue la vencida!

Y mientras el club se preparaba para su segundo asalto a la competición durante el pasado verano, pocos, realmente pocos, pudieron ver como Sergio se machacaba una y otra vez con interminables sesiones de recuperación y decenas de horas de gimnasio con las que poder alcanzar el inicio de la nueva temporada en la forma física idónea.

El capitán estaba de vuelta y, como no podía ser de otro modo, lo hacía para liderar un proyecto que, en esta ocasión, ganaba enteros con la llegada de un histórico como Paco García al banquillo acompañado de foráneos de calidad contrastada para sumar desde la pista.

Pero viniera quien viniera si había un hombre capaz de “mandar” en ese vestuario ese era un Sergio de la Fuente que llegaba de nuevo con el mejor tono posible. Cosechando un MVP tras otro en las estadísticas de su equipo y con cuatro galardones individuales en una competición en la que nadie logró guarismos más altos que los suyos, de la Fuente llevó hasta los Playoffs por el ascenso a un ULSA Valladolid que, alcanzado este punto, tan sólo quiso creer.

Así, los vallisoletanos fueron quemando etapas dentro de su sueño. Frente a un candidato al ascenso como HLA Lucentum primero y tras dinamitar su factor cancha y ante un Aceitunas Fragata Morón que no pudo con la magia del Pisuerga después. Las acciones vallisoletanas se disparaban y el capitán gozaba más que nadie con cada hazaña.

De este modo se alcanzó una final con licencia para soñar y en la que el talento del grupo y la inercia del Pisuerga hicieron el resto. La bocina del cuarto encuentro sonaba, Valladolid festejaba y Sergio cortaba unas redes que pasarán a su vitrina personal como uno de los premios más valiosos de su carrera porque, cuando se lucha desde el corazón, todo sabe un poco mejor…

Estadísticas de la temporada - Sergio de la Fuente:

Partidos jugados: 37
Minutos: 32,36 p.p.
Puntos: 17,2 p.p.
Rebotes: 9,8 p.p.
Asistencias: 0,9 p.p.
Recuperaciones: 1,5 p.p.
Tapones: 0,1 p.p.
Faltas recibidas: 6,1 p.p.
Valoración: 18,9 p.p.


Trayectoria deportiva - Sergio de la Fuente:

Categorías Formación: CB Valladolid 
2003/05: CB Valladolid (Cadete)
2005/07: CB Valladolid (Junior)
2007/08: Grupo Capitol Valladolid (Liga Endesa)
2008/09: CB Valladolid (LEB Oro)
2009/10: Leche Río Breogán (LEB Oro)
2010/11: Lan Mobel ISB (LEB Plata)
2011/14: Universidad de  Valladolid (Liga EBA)
2014/15: MyWiGo Valladolid (LEB Oro)
2015/16: Brico Depòt Ciudad de Valladolid (LEB Plata)
2016/17: Comercial ULSA CBC Valladolid (LEB Plata)

Trayectoria internacional - Sergio de la Fuente:

2007: 5º Puesto - Europeo U18 (Madrid - España)
2008: Medalla de Bronce - Europeo U20 (Riga - Letonia)
2009: Medalla de Bronce - Europeo U20 (Rodas - Grecia)
2015: Medalla de Plata - Juegos Europeos 3x3 (Bakú -Azerb)