Pieza clave en un nuevo ascenso de categoría, el técnico Pablo Pin celebrara en Pamplona su tercera promoción con el club mostrando su satisfacción por la conquista de su equipo. Una noche de esas para la historia del baloncesto y en la que se mostró agradecido a todos aquellos que lo hicieron posible.
PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
Costaría entender el proyecto del Covirán Granada sin la presencia en su banquillo de un Pablo Pin que cosechó en Pamplona su tercer ascenso con un club al que ha llevado de la Primera División Nacional a la Liga LEB Oro.
Un trabajo culminado en la noche del sábado en Pamplona tras un complicado y exigente encuentro que Pin valoraba aún en caliente: “Tal y como preveíamos ha sido un partido muy trabajo, muy cerrado y con poco ritmo. Creo que en la primera parte hemos estado en general bien, con buenos tiros abiertos pero en el que ellos anotaban con facilidad si nosotros perdíamos el balón. Luego, en la segunda parte, la entrada no ha sido buena, les hemos dejado coger ritmo y han acertado más por lo que hemos necesitado subir la velocidad del juego. Carlos Corts hizo un buen trabajo con dos triples importantes pero, al final, hombres como Borto o Carlinhos han utilizado la cabeza para templar los nervios y llevar el partido a donde queríamos”.
Todo ello gracias a la aportación al completo de una plantilla en la que cada jugador ha sabido asumir su rol durante toda la temporada: “Mi trabajo como entrenador también es el conseguir que los jugadores estén conectados durante todo el año. Lo fácil sería que Carlinhos o Bortolusi hubieran jugado 25-30 minutos todo el año pero en ese tiempo me he preocupado mucho para que todos tuvieran su oportunidad. Ellos lo han entendido y han trabajado mucho para poder aprovechar sus oportunidades así que el mérito es suyo”.
Así culminaba el conjunto nazarí su ascenso a la LEB Oro cerrando el círculo con tres ascensos en las seis últimas temporadas: “Ha sido un camino muy duro en el que incluso tuvimos que coger el coche para poder ir a jugar nuestro partido a domicilio. Eso sí, por aquel entonces ya tuvimos aficionados con nosotros y hoy hemos vuelto a lograr un ascenso como este a LEB Oro con muchos aficionados desplazados a Pamplona. Esto es una demostración de todo lo que ha hecho el club en este tiempo y de todo lo que ha hecho la afición por su equipo”.
Emociones entremezcladas con el agradecimiento a una afición volcada con su equipo: “Ahora mismo tengo un sentimiento de agradecimiento a toda la gente que nos ha apoyado. En los buenos momentos es muy fácil apoyar pero en los complicados y cuando hay momentos jodidos es donde se ve esa gente a la que hay que dar las gracias. Hay que agradecer el apoyo y los mensajes que la afición ha tenido en todo momento con nosotros y su apoyo constante”.
Un ascenso que celebrar y festejar antes de buscar el mejor broche posible para una gran temporada: “Vamos a descansar el domingo y, a partir de ahí, volveremos a trabajar el lunes porque la próxima semana hay otro partido que ganar así que vamos a disfrutar de esta travesía tan larga y bonita pero también de preparar las cosas”.